Según la disponibilidad de estos recursos, ya fuesen locales o importados, la cocina fue evolucionando; enriqueciéndose y diferenciándose. Actualmente podemos diferenciar las diferentes “cocinas” según el lugar geográfico donde se desarrollaron, la idiosincrasia de sus lugareños y los acontecimientos históricos que han sufrido.
La historia de la humanidad está llena de movimientos migratorios, cada pueblo lleva su cocina consigo, que adapta a los recursos de destino y, poco a poco la fusiona con la local.
En la actualidad, el comercio internacional permite obtener los recursos propios de un origen, en cualquier parte del mundo, por lo que tenemos a nuestra disposición de las diversas cocinas étnicas, sin tenernos que desplazar a esos lugares de origen: italiana, marroquí, mexicana, india, japonesa, francesa, española, gallega, etc.


La cocina tradicional española suele ser bastante parca en el uso de las especias, utiliza con cierta abundancia la cebolla y el ajo, después le sigue el perejil, el laurel, la pimienta y el pimiento choricero; y abusa, del colorante amarillo, mal sustituto del azafrán.
Usa las plantas del monte mediterráneo, en las carnes y los asados, romero, orégano, tomillos, ajedreas y salvias. La dulce canela en flanes y cremas; el anís y el sésamo en la repostería morisca y panadera. En adobos y encurtidos, la guindilla, el comino, el hinojo o el pimentón.
A nuestro paladar, las cocinas asiáticas y las hispanoamericanas suelen ser excesivamente especiadas y picantes. Encrucijada de culturas, acogemos lo foráneo, suavizamos los extremos y fusionamos al gusto local.
Nuestra cocina suele ser equilibrada y no satura el paladar.
En Ruca mantenemos tradiciones y nos enriquecemos de otras culturas, puedes encontrar en nuestra tienda aliños de nuestra gastronomía y aliños del mundo.